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Neya

 

Aunque siempre fuí una persona espiritual, por cosas de la vida, dejé esa faceta olvidada.  Al cabo de unos años, entendí que debía retomar las riendas de mi vida y volver a conectar con mi interior.  En un momento dado, varias personas de diferentes grupos me hablaron del Reiki y tan sólo me limité a seguir las señales.  Investigué un poco, recibí Reiki y poco más tarde me inicié. Llegando a ser maestra de Reiki.

 

 El Reiki y la meditación cambiaron por completo mi vida por lo que decidí que tenía que estudiar más sobre terapias energéticas y terapias para el bienestar. 

 

Considero fundamental cuidar todas las partes de nuestro YO.  Debemos cuidar la parte física y la emocional para que nuestro YO esté en equilibrio.  Combinando técnicas energéticas y  masaje podemos conseguirlo de una manera muy rápida y potente.

 

Por ello, comencé a formarme también en técnicas de masaje para poder dedicarme a ello de la manera más completa.  Me he formado en masaje ayurvédico, shiatsu, masaje con cañas de bambú, masaje con pindas y masaje metamórfico. 

 

 

 

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